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El año 1748, cuando el municipio de La Zubia tenía aproximadamente 160 habitantes se padece una enorme sequía. Las principales acequias de la villa no traían ni una gota de agua. La habitantes desesperados hacían siempre rogativas a las imágenes de nuestro padre Jesús Nazareno y nuestra señora de los Dolores, pero sentían que en el fondo no tenían un patrón al que poder hacérselas.
Fue entonces cuando se decidió hacer unas votaciones en la plaza del pueblo. Dichas votaciones se hicieron los días 12 y 23 de mayo. Votaron 69 personas en voto verbal ganando San Juan Nepomuceno, que tenía mucho mas fervor entre las gentes del municipio, con 45 personas a favor de San Juan frente a las 24 que votaron a San Miguel Arcángel que también era querido en el pueblo.
Hay documentos que dicen que San Miguel Arcángel ya era patrón, pero se sustituyó tras las votaciones por San Juan Nepomuceno, por el que había más devoción entre los zubienses.
Antiguamente en el día de San Juan sonaban las campanas a las 12:00 horas a la vez que se lanzaba una palma real que avisaba a todos los vecinos de que a esa hora era la misa del patrón. Sobre las ocho de la tarde salía la procesión de la iglesia.
Primero salía la imagen del copatrón San Miguel Arcángel, y aproximadamente 50 metros detrás iba San Juan Nepomuceno, y por último iba la querida imagen de Nuestro padre Jesús Nazareno. Unos años después, dejó de salir el Nazareno porque el párroco pensó que no era oportuno sacar una una imagen de Jesús con la cruz a cuestas en una jornada festiva como aquella. Y finalmente, años más tarde se sustituyó la imagen de San Miguel Arcángel por la de la Virgen de Gracia, patrona de La Zubia. De este modo, San Miguel no ha vuelto a pisar las calles de su localidad.
Iconografía de la imagen
La imagen de san Juan Nepomuceno ofrece a nuestra contemplación la de un canónigo, sotana, roquete, bonete y sobrepelliz de armiño que simboliza la pureza.
En su mano izquierda sujeta un crucifijo, por quien derramó su sangre por serle fiel.
En la mano derecha muestra visiblemente la palma, símbolo de que fue mártir.
La imagen es obra del escultor Diego de Mora.
En 2015 la imagen de San Juan Nepomuceno fue repolicromada en un minucioso proceso en el que perdió las manchas facilmente visibles de la frente y un nuevo tono rojizo similar al bermellón en el interior de la capa. Este proceso se realizó desde inicios de junio hasta finales de diciembre, llegando antes de las fiestas navideñas.
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